¿La memoria es estática?
Antes creíamos que la memoria era intacta. Las experiencias vividas estaban almacenadas y sólo es cuestión de traer a consciencia lo que uno vivió. Quizás este ejercicio de recordar podía traer algún que otro error, pero era supuestamente producto de la fantasía o procesos inconscientes de represión. Por más error que había en el recuerdo, se creía que eventualmente uno puede llegar a ese recuerdo intacto y almacenado, por lo tanto estático. Este modelo lo llamaremos memoria recuperativa.
¿Cómo opera la memoria realmente?
Primero que nada, no es un mero espacio o sector en el cerebro. Se trata de una capacidad emergente que revivencia lo sucedido en intensidades bajas (Bergson, 1959). Poder simular lo vivido, aunque en bajas intensidades al hecho original, puede crear una impresión nueva sobre lo sucedido. De esta acción deriva la secuencia de recordar lo recordado, lo que hace que no haya recuerdos precisos, por la heterogeneidad misma que lo compone. Recordar un recuerdo crea un ensamblaje compuesto de diversos momentos en el que uno rememoró lo ocurrido. Es su constitución heterogénea la que permite una mayor extensión en el tiempo y no sea olvidado rápidamente. Sin embargo, al estar compuesto por rememoraciones singulares, cuenta con la desventaja de ser impreciso e inexacto con respecto a la experiencia original de lo ocurrido.
El conjunto de recuerdos diferentes que interaccionan entre ellos, al ser distintos y de gran cantidad es lo que da la característica de heterogeneidad en su constitución. Es la interacción entre las partes las que hacen emerger nuevas propiedades y capacidades. En este caso, tiene la capacidad de ser más extenso en el tiempo y a lo mejor la revivencia sea en intensidades un poco más altas a que si estuviese constituido por pocos componentes. Esta memoria extensa en el tiempo es lo que llamamos memoria a largo plazo.
Por el contrario, si una memoria, ensamblaje, está compuesto por impresiones homogéneas de lo vivido, es decir, recuerdos similares y de poca cantidad, tendrá poca extensión en el tiempo, su duración será corta. Esta memoria es lo que llamamos memoria de corto plazo. La memoria de corto plazo suele ser lo que se vivencia como nuevo, información novedosa que dependiendo de si se relaciona con otros componentes de información puede durar poco o mucho. En otras palabras, pertenecer a la memoria de corto plazo o a la memoria de largo plazo.
Usualmente en Ciencias Cognitivas, se suele decir que una información “pasa” de la memoria de corto plazo a la memoria de largo plazo. El conductismo suele criticar los postulados de “memoria a corto plazo” y “memoria de largo plazo” porque suelen tener una connotación topológica como variables latentes dentro del sujeto.
En este caso, la propuesta presentada es entenderla desde la morfogénesis (para más información véase: DeLanda, 2021a), es decir, como una capacidad emergente contingente que se da a partir de relaciones entre partes singulares, dichas partes singulares son los componentes de información. La emergencia de esta capacidad ocurre a partir de la reiteración y reivindicación de los componentes de información. Entiéndase componente de información tanto al recuerdo de algo personalmente experimentado/observado, knowing-how, y lo escuchado/leído que es completamente informativo basado en lo simbólico, knowing-what (Ryle, 1949). La relación causal entre estas partes provoca que espontáneamente emerjan capacidades y propiedades que las partes por sí mismas no tienen. Esta relación causal no-lineal la llamamos relaciones de exterioridad (DeLanda, 2021b).
El hecho que creamos, incluso en la academia, de que cierta información en nosotros es eterna es porque desconocemos los procesos que dieron forma a esa estabilidad como propiedad de la memoria. Toda memoria puede ser olvidada. Aquella que parece estable es porque está constituida por un ensamblaje demasiado grande de componentes de información. En otras palabras, se podría decir que la memoria es una red múltiple de impresiones de componentes de información.
Sobre la memoria, David Tolin (2016) dice lo siguiente: “las experiencias no se almacenan en el cerebro como se almacena una foto en cámara. Más bien, reconstruimos nuestros recuerdos basados en piezas de información que se [decodifican]” (pág. 54). Cabe mencionar que me tomé la libertad de homologar “pieza de información” (originalmente pieces of information) con “componentes de información”, ya que a mi parecer refuerza más la idea de un conjunto que puede estar unido como separado. A su vez en la cita usaba el verbo “encode” (encodificar) y lo reemplacé por “decodificar” para conservar una coherencia teórica con lo que se entiende por ensamblaje (DeLanda, 2021a).
Si bien este ensayo no tiene el interés de hablar en detalle de lo que es un ensamblaje, es oportuno definir algunas características: todo ensamblaje emerge (lo que se podría decir que tiene una fecha de nacimiento), puede desaparecer (lo que se puede entender como una fecha de muerte) y tiene una extensión o duración, es decir, tiene una vida entre los dos extremos. Por lo tanto, todo ensamblaje es histórico. Ahora bien, si la memoria es un ensamblaje hecho de componentes, como estuvimos tratando de explicar a lo largo de este escrito, entonces efectivamente es histórica. En conclusión, la memoria es histórica.
El modelo de la memoria reconstructiva contempla las dinámicas complejas de este fenómeno psicología. La memoria por su propiedad emergente puede desaparecer como no ser fiel a la realidad. Debido a la interacción de componentes de información que son incoherentes y contradictorios emerge lo que se conoce como una disonancia cognitiva. Dependiendo de las contingencias de dicha interacción, puede ocasionar que eventualmente se escoja una interpretación nuclear sobre la otra. Permitiendo así que haya una memoria distante a lo realmente vivido y experimentado, lo que comúnmente se denomina recuerdos falsos, y personas abusen de esta plasticidad de la memoria a través del gaslighting. Por esto mismo, existen los sesgos de memoria (Tolin, 2016)
La memoria así como es histórica, es frágil.
¿Qué sucedió con la memoria del pueblo argentino en 1976?
Durante la Dictadura Militar, se intentó ocultar la verdad y la realidad de los hechos. Había una gran censura sobre lo que se podía decir y hacer. Cualquier crítica o queja hacia el gobierno era tomado como traición. Había un intento de ocultar todo componente de información que remitía a lo que estaba sucediendo, desde la manipulación de los medios de comunicación hasta la distorsión conceptual de la palabra “desaparecido”. Un gobierno antidemocrático que intentaba por todos lados retorcer la memoria, confundirla, y quemar rastros de aquello que alguna vez existió. Sin embargo la desaparición no era únicamente de cuerpos, también de objetos que remitían al cuerpo que querían eliminar. Es decir, borrar todo componente de información sobre un cuerpo histórico, estaban forzando a que olvidemos.
Expresión que se utilizaba por aquél tiempo:
“Sin cuerpo, no hay pruebas.
Sin pruebas, no hay delito.“
En Diciembre de 1979, Jorge Rafael Videla en una conferencia de prensa decía: “Es un desaparecido. No tiene entidad, no está. Ni muerto, ni vivo, está desaparecido“. En otras palabras, según él, “desaparecido” es la negación de que algo existió. El cuerpo, lo que él llama entidad, no vivió ni murió: nunca existió. Lo que quiere decir es que a ese cuerpo le quita su propiedad histórica. Pero no se puede estar más errado, la existencia de ese cuerpo es independiente del contenido mental que uno tenga. Por más que se piense como Videla o que lamentablemente se olvide, ese cuerpo existió.
Ser realista, como postura filosófica, es comprometerse con una realidad que es independiente de mí y de mis creencias (contenido mental). A su vez ser materialista es comprometerse con que todo cuerpo (y objeto) está compuesto de una heterogeneidad de cosas. Puede emerger, durar y desaparecer, pero nunca dejar de existir.
El desaparecido existe.
Importancia de rememorar
Si fuese cierto el modelo de la memoria recuperativa, no habría importancia en el tiempo que se tarde en recuperar esa memoria oculta e intacta que espera ser descubierta. Puede pasar mucho tiempo sin que nos importe revelar la verdad subyacente de la memoria, ya que no existiría realmente el olvido, sólo la ocultación de aquello, en otras palabras, represión. Uno podría tomar una posición pasiva por la tranquilidad de creer que hay una verdad intacta en la memoria y eventualmente uno llegaría a ella por medio del diálogo.
Sin embargo, la importancia de rememorar activamente recae sobre el intento de sostener y reivindicar lo sucedido debido a que efectivamente la memoria tiene la capacidad de olvidarse o distorsionarse. Uno debe revindicar por más que luego haya detalles confusos porque se mantiene lo central. La expresión “Nunca Más” es el deseo de no vivir otra vez un gobierno antidemocrático que niega la existencia de lo histórico y recurre a medios desesperados e inhumanos para alcanzar su objetivo. Es el repudio al terrorismo de Estado. Existe la posibilidad de olvidar, pero seguiremos recordando cada año para mantener la memoria. Para hacerla cada vez más fuerte y sostenida en el tiempo. Si algún día llegásemos a olvidar, hay una realidad externa cuyos objetos poseen información que remiten a lo existido para volver a constituir una memoria. Dichos objetos pueden ser variados desde una fotografía, un pantalón, un diario hasta incluso un pañuelo blanco.
La lista de los desaparecidos es abierta por múltiples razones, desde el temor a la denuncia incluso en democracia hasta documentos desclasificados de Estados Unidos. Intentaron borrar la memoria, pero no pudieron. El número 30.000 es más que número arbitrario: esos cuerpos desaparecidos existen y su existencia es independiente de lo que creamos.
Referencias:
- Archivo Prisma (6 de Junio del 2022) AV-5719 Lo pasado pensado [Conferencia de prensa de Videla. Diciembre de 1979] (fragmento) [Archivo de Youtube]. Youtube. https://youtu.be/ueFt60NGZoc
- Bergson, H. (1959) “Materia y memoria” En Obras completas. Traducción de José Antonio Miguez. México: Aguilar.
- DeLanda, M. (2021a). Materialist Phenomenology. A Philosophy of Perception. London: Bloomsbury Academic.
- DeLanda, M. (2021b). Teoría de los ensamblajes y complejidad social. (C. De Landa Acosta, Trad.) Buenos Aires: Tinta Limón Ediciones.
- DeLanda, M. (2024). Ciencia intensiva y filosofía virtual. (P. Veas Orellana, S. Constanzo, G. Donoso, A. Maza, & C. S. Ubilla, Trads.) Buenos Aires: Tinta Limón Ediciones / Editorial Hiperstisión.
- Ryle, G. (1949). The Concept of Mind, London: Hutchinson.
- Tolin, D. (2016). Doing CBT. A Comprehensive Guide to Working with Behaviors, Thoughts, and Emotions. New York. The Guilford Press.