Introducción
Como hablé en otro post (si no lo vieron, vayan a verlo, hablo en extenso del tema), la Terapia Basada en Procesos (TBP) se trata de un metamodelo que intenta plantear nuevas formas de pensar lo psicopatológico y la manera en que diseñamos nuestras intervenciones en clínica. Pretende alejarse de toda linealidad, aventurándose a comprender lo psicopatológico desde principios evolutivos (variación, selección y retención) con análisis en redes (explicado en extenso en otro artículo), concibiéndolo como un sistema dinámico complejo (les debo un artículo con sus conceptos claves).
Sin embargo, hay un concepto que resuena constantemente por ser protagonista de esta perspectiva transdiagnóstica: procesos. No voy a engañarlos, el concepto no está totalmente desarrollado, dado que el metamodelo sigue en pañales, por ende su concepto central también lo está. De todas formas, Hayes y Hofmann han ido lanzando pistas en diferentes espacios para comprender de qué se trata todo esto.
Antes que nada, personalmente voy a separar el concepto de “proceso” en sí de “proceso terapéutico”, ya que en algunas entrevistas y papers los autores llegan a distinguir entre “procesos adaptativos y desadaptativos” (Hayes et. al, 2020, pág. 6). Existen múltiples procesos y estos no son siempre terapéuticos. Por ejemplo, un estado de rumiación y un estado de preocupación se tratan de procesos cognitivos desadaptativos con efectos negativos (Hofmann, 2014).
Ahora bien, ¿cómo definen “procesos terapéuticos” Hofmann y Hayes? (Cada vez que vean esta cita, tómense un shot por mí):
“Como un conjunto de cambios basados en una teoría, dinámicos, progresivos y multinivel que se producen en secuencias predecibles, comprobadas empíricamente y orientadas hacia los resultados deseables. Estos procesos se basan en una teoría y se asocian a predicciones falsables y comprobables; son dinámicos, porque los procesos pueden implicar bucles de retroalimentación y cambios no lineales; son progresivos a largo plazo para poder alcanzar el objetivo del tratamiento, forman un sistema multinivel, porque algunos procesos sustituyen a otros. Por último, estos procesos están orientados hacia objetivos tanto inmediatos como a largo plazo” (Hofmann y Hayes, 2019, pág. 38).
Esta cita expresa, antes que otra cosa, las características que constituyen los procesos terapéuticos en lugar de dar una definición clara de qué son. De todas formas, nos sirve para hilar y no caer paradójicamente en una comprensión nomotética de qué son los procesos, siendo que el objetivo principal del metamodelo es desarrollar una mirada idiográfica sobre la problemática del consultante.
Procesos terapéuticos
Desglosemos algunas de las características previamente mencionadas (Hayes y Hofmann, 2020):
La idea de “procesos terapéuticos”, al estar basado en una teoría, está asociada a un planteamiento claro sobre las relaciones entre los eventos, a la vez que conducen a predicciones comprobables y a un método que corrobore su influencia.
Cuando se habla de dinámico, se refiere a involucrar en el análisis los bucles de retroalimentación, incluyendo tanto positivos como negativos, y aquellos cambios no-lineales que pueden ocurrir en terapia. La no-linealidad en los cambios puede ser por su carácter proporcional (explicado en “Función en oposición a Causa-Efecto”), donde pequeñas causas provocan grandes efectos o viceversa; aunque también podría referirse a efectos fortuitos no contemplados a priori, véase, un resultado emergente azaroso debido a la complejidad del sistema.
Considero que la característica de progresivo es lo que permite distinguir con claridad cuál es un proceso terapéutico de aquél que no, esto tiene que ver con que el proceso sea utilizado para alcanzar los objetivos del tratamiento. Creo que estamos todes de acuerdo que la rumiación no sería un buen proceso para resolver una problemática.
Características que son importantes, pero no están mencionadas en la cita, son que los procesos están ligados a un contexto y a la vez son modificables; lo que implica que los procesos son el resultado de la trayectoria histórica en interacción con distintos entornos y que, a la vez, existe la posibilidad de generar nuevos resultados, permitiendo al terapeuta poner atención a la dimensión histórica y contemplar un posible cambio en la forma en que la persona se desenvuelve en la actualidad.
Por último, multinivel corresponde a que los procesos pueden sustituirse por otros o estar anclados dentro de otros. El hecho de que se sustituyan unos por otros tiene que ver con la capacidad de distinguir las variables ordinarias/irrelevantes de aquellas que son importantes/relevantes dentro del mantenimiento de la problemática. Estar anclados dentro de otros es entender que un proceso puede estar compuesto por otros procesos, aunque personalmente concibo esta composición como una simplificación o economización con fines analíticos, más no algo real que sucede con los procesos.
Cualidades
Una vez explicadas, y espero se haya entendido, las características de los procesos terapéuticos (también conocidos como procesos de cambio o procesos de cambio terapéutico). Hablemos sobre las tres cualidades que se busca en Terapia Basada en Procesos para cada proceso que se proponga: precisión, alcance y profundidad (Hayes y Hofmann, 2020).
Primero que nada, la precisión se vincula con la especificación de un proceso, lo que le permite al terapeuta discriminar si es o no aplicable a la situación del consultante singular. El requisito de precisión conlleva a la eliminación de interpretaciones amplias y la pérdida de metáforas laxas. En segundo lugar, el alcance de un proceso implica que éste puede ser ubicado en distintas problemáticas, lo que impide una multiplicidad de formulaciones teóricas en base a modificar/agregar detalles mínimos. O sea, evitar una inflación de supuestos procesos en el modelo. Por último, la profundidad tiene que ver con que un proceso no debe presentar contradicciones ante conocimientos bien establecidos, es decir, ser coherente intra y extradisciplinarmente.
Pequeñas aclaraciones
Una implicación de la profundidad como cualidad es que la ciencia clínica debería estar vinculada a las investigaciones básicas de las comunidades científicas, o en palabras de los autores: “es importante no quedarse totalmente en el nivel clínico cuando se indaga sobre los procesos de cambio” (Hayes y Hofmann, 2020, pág. 13). Otra aclaración es que el alcance, como cualidad, consiste en abarcar un rango razonable de personas, áreas problemáticas, contextos y métodos, pero sin caer en la formulación de un conocimiento fijo, estático y, por ende, nomotético. Se trata de una diferencia sutil entre el conocimiento aplicado de manera generalizada y un conocimiento basado en un conjunto de análisis hecho de manera colectiva.
A su vez, es muy importante tener en cuenta la distinción entre proceso y procedimiento. Mientras que los procesos son “mecanismos que ocurren en una secuencia predecible y comprobadas empíricamente” (Hayes y Hofmann, 2020, pág. 11), los procedimientos son, en cambio, “las técnicas o métodos que un terapeuta utiliza para alcanzar los objetivos del tratamiento” (Hofmann y Hayes, 2019, pág. 2).
Conclusión
Hablar de procesos no es hablar estrictamente de factores en común, debido a que estos precisamente conllevan a generalizar variables y dejan de lado la heterogeneidad que presenta cada persona singular con su problemática particular. Por ende ambos conceptos no pueden ser pensados como sinónimos en el sentido tradicional.
La Terapia Basada en Procesos (TBP) puede que sea nueva y se esté construyendo sobre la marcha, sin embargo ofrece nuevos diálogos a la disciplina, incluyendo aquellos que aún quedan por elucidar. Me pregunto si la comprensión de los sistemas dinámicos por fuera del equilibrio y sus conceptos clave (bifurcación, cuenca de atracción, atractores y puntos críticos de intensidad) puedan aportar al desarrollo conceptual de procesos.
Referencias bibliográficas:
- Hayes, S. C., & Hofmann, S. G. (Eds.). (2020). Beyond the DSM: Toward a process-based alternative for diagnosis and mental health treatment. Context Press/New Harbinger Publications.
- Hayes, S. C., Hofmann, S. G., & Ciarrochi, J. (2020). A process-based approach to psychological diagnosis and treatment: The conceptual and treatment utility of an extended evolutionary meta model. Clinical psychology review, 82, 101908. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2020.101908
- Hofmann S. G. (2014). Toward a cognitive-behavioral classification system for mental disorders. Behavior therapy, 45(4), 576–587. https://doi.org/10.1016/j.beth.2014.03.001
- Hofmann, S. G., & Hayes, S. C. (2019). The Future of Intervention Science: Process-Based Therapy. Clinical psychological science : a journal of the Association for Psychological Science, 7(1), 37–50. https://doi.org/10.1177/2167702618772296