El enfoque de redes causales complejas propone una nueva forma de conceptualizar los síntomas y el fenómeno psicopatológico. Prestando atención a cómo los síntomas, entendiéndolas como componentes de un sistema a partir de su interacción extrínseca hacen emerger el trastorno mental. Esto contrastaría con creer que hay una entidad categorial perfecta por fuera y lo que se presenta en clínica es su forma particular.
Este enfoque está sostenido a partir de varias disciplinas: ciencia evolutiva, ciencia de redes, teoría del caos, teoría de las catástrofes, programación en R y desde la filosofía materialista. Todas estas disciplinas con el objetivo de extender el conocimiento que tenemos sobre la psicopatología, y la psicología en general.
Un pequeño disclaimer:
El Enfoque de Redes Causales Complejas no pretende distanciarse del análisis funcional ni eliminar los procedimientos evidenciados empíricamente que resultan útiles para los colegas. Más bien su propósito es brindar una nueva conceptualización que resuelve algunas problemáticas y debates del campo, así como crear nuevos problemas y preguntas. Recordemos que toda práctica está basada en cómo conceptualizamos casos, por lo que no debemos de creer que por ser un desarrollo teórico, tanto científico como filosófico, no tiene percusión en la práctica terapéutica.
Let them cook.
La interacción extrínseca entre los síntomas da a emerger un sistema dinámico entendido como una red, esto es lo que se conoce como auto-organización. Cada red contiene nodos que son representados por síntomas, mientras que las aristas son la interacción entre los nodos, o sea, la interacción causal entre los síntomas. Es importante tener en cuenta que esta red no es la persona en sí, sino una de las tantas redes que constituyen al individuo. Una red es un conjunto local que se encuentra dentro de un sistema dinámico de mayor escala: el individuo. Podría pensarse que los síntomas son las disposiciones del individuo que se despliegan en el momento que interactúa con ciertas condiciones materiales dadas en un entorno determinado.
En otras palabras, los síntomas son conductas desplegadas que pertenecen al repertorio conductual de la persona, en el que conviven con otras conductas que no necesariamente son parte de la red patológica. Una población de aprendizajes. Es por esta razón que Denny Borsboom (2017a) habla sobre el campo externo de una red, advirtiendo que el campo externo no significa que sea por fuera del individuo, más bien por fuera de esa red local.
Antes de que me acusen de organicista, Denny Borsboom (2017b) aclara que los síntomas pueden ser provocados a partir de eventos que ocurren en el entorno así como eventos que pueden ocurrir dentro del organismo. Una vez que un síntoma es evocado puede provocar la aparición de otro síntoma y este a su vez hacer emerger otro síntoma. De esta manera los síntomas pueden provocar una retroalimentación en bucle (feedback loops) entre ellos que da a lugar la prolongación del sistema de síntomas, por ende una mayor resiliencia del sistema dinámico como trastorno mental.
Todos los nodos no son igual de significativos dentro de una red, uno de los conceptos de la teoría de grafos que sirve para distribuir y distinguir elementos según su importancia en su localidad es el de grado de centralidad. Un nodo central es aquel que en cuanto emerge es muy probable que cause la emergencia de otros síntomas en la red. (Aclaro que voy a estar homologando emerger como activar y desaparecer como desactivar, ya que activación-desactivación involucra pensarlo en términos de lo latente).
Un nodo tiene un grado alto de centralidad cuando muchas aristas están conectadas a ella. A su vez cada arista tiene un peso asociado que refleja la magnitud de la asociación entre los nodos. Por lo tanto, un nodo en una red ponderada que está conectado a muchas aristas y hay una gran magnitud de asociaciones, significa que ese nodo es alto en centralidad de fuerzas. Lo que significa que en el momento que ocurre el despliega esa conducta-problema hay una alta probabilidad de que ocurran otras determinadas conductas que mantienen el cuadro psicopatológico. Por lo que esa conducta de alta centralidad debería ser la que analicemos funcionalmente e intervengamos por encima de otras conductas.
Cuatro principios para entender RCC
Estos principios corresponden a las ideas que se compromete el enfoque de redes causales complejas a la hora de comprender la psicopatología de cualquier tipo. Esta perspectiva está fundada en un realismo (Borsboom et al, 2003) y en un materialismo no-reduccionista (Borsboom et al, 2019). Donde los componentes biológicos de un trastorno mental serán considerados como biomarcadores en lugar de factores causantes. A su vez, siguiendo lo estudiado por Kendler et al. (2011) sugiere que cualquier ontología que se desarrolle sobre los trastornos mentales no debe ser bajo ningún tipo de esencialismo.
Principio 1. Complejidad: Los trastornos son mejores caracterizados en términos de interacción no-lineal entre los componentes de una red psicopatológica. Son escasos los modelos teóricos que expliquen la causalidad y constitución de trastornos mentales sin involucrar esencias aristotélicas y a la vez contemplen la involucración de la multifactorialidad. Además contemplar los trastornos de esta manera es totalmente plausible con el conocimiento científico acumulado hasta el momento.
Muchos de las problemáticas a lo largo de las comunidades científicas con sus respectivas disciplinas es la intención de reducir y linealizar (simplificar) la realidad de un fenómeno. Muchos de estos análisis causales contemplaban modelos simples de consiliencia de nuestra realidad. Donde la sociología se reducía a la psicología, la psicología a la biología, la biología a la química y la química a la física. La realidad es más compleja e irreductible. (Kendler, 2012)
Principio 2. Correspondencia síntoma-componente. Los componentes en una red psicopatológica corresponden a las problemáticas que son entendidas como síntomas. Los análisis de un cuadro psicopatológico son definidos a partir de su nivel de detalle (granularidad) y capacidad de distinguir los componentes importantes en una red. Los factores que no son contemplados en manuales diagnósticos deberían ser evaluados a partir de: (1) su constitución como síntoma, es decir, qué procesos podrían estar involucrados en su formación; (2) la relación entre síntoma-síntoma, o sea, con qué otro síntoma interactúa; o (3) ese síntoma no contemplado en el manual diagnóstico podría ser una variable del campo externo. El campo externo es todo lo que está por fuera de la red local, no necesariamente es por fuera del individuo, puede ser un estímulo del entorno hasta un estímulo interno/privado que no se encuentre dentro de la red.
Principio 3. Relaciones causales directas. La morfología (reemplacé la palabra estructura) de una red es producida por un patrón de interacciones directas entre síntomas. Los sistemas diagnósticos suelen explícitamente solicitar la presencia de ciertas interacciones entre síntomas para un diagnóstico. Según Kim (2002, los psicólogos suelen representar el diagnóstico en términos de redes cuando se les pregunta cómo los síntomas se relacionan en un cuadro clínico y parece ser que, según Frewen et al. (2012, 2013), las personas les facilita enlistar síntomas con sus relaciones causales. El análisis en redes de, por ejemplo, síntomas descriptos en el DSM-V muestra que hay muchísimos síntomas estadísticamente asociados entre ellos. Lo que daría cuenta de (1) la facilidad de que existan puentes de síntomas que conforman una morbilidad y (2) cierta evidencia que existen síntomas causalmente relacionados.
Principio 4. Trastornos mentales siguen redes causales. La red psicopatológica tiene una topología no-ordinaria, en el que ciertos síntomas están mucho más conectadas que otros. El agrupamiento de estos síntomas hace emerger trastornos mentales como un conjunto de síntomas que usualmente emergen a la vez. Teniendo en cuenta el grado de centralidad que puede tener un nodo dentro de una red, los síntomas que se encuentran en un mismo sistema están más causal y fuertemente conectados que aquellos componentes que pertenecen a diferentes trastornos. Es decir, aquellos síntomas que son puentes entre dos redes locales conforman lo que se conoce como comorbilidad, siendo su heterogeneidad y escala la que provoca que las magnitudes de asociaciones se vean distribuidas, por ende menos grado de centralidad de intensidad.
En conclusión
Las redes causales complejas constituye no sólo una simple forma de ilustrar de diferente manera un cuadro psicopatológico, también explora nuevas ideas de cómo se conforma y cierta practicidad que ofrece en la distinción de aquellos factores actuales que son triviales de los singulares. Recordemos que Hofmann et al. (2020) mencionan que esto no es algo alejado del Análisis Funcional, según él es una nueva forma de hacer análisis funcional. Lo cual para mí es muy llamativo y me parece que tiene mucho potencial como modelo explicativo para nuestra comprensión de lo que es la conducta. A veces me pregunto si esto no será el comienzo de un “Post-Conductismo”, siendo que ya hay un “Post-Cognitivismo”. Se lo dejo a ustedes qué piensan.
Referencias:
- Borsboom D. (2017a). A network theory of mental disorders. World psychiatry : official journal of the World Psychiatric Association (WPA), 16(1), 5–13. https://doi.org/10.1002/wps.20375
- Borsboom D. (2017b) Mental disorders, network models, and dynamical systems In: Kendler KS, Parnas J. (eds). Philosophical issues in psychiatry, Vol. 4: Nosology. Oxford: Oxford University Press;
- Borsboom D., Mellenbergh G. J., van Heerden J. (2003). The theoretical status of latent variables. Psychological Review, 110(2), 203–219. https://doi.org/10.1037/0033-295X.110.2.203
- Borsboom D, Cramer AOJ, Kalis A. (2019) Brain disorders? Not really: Why network structures block reductionism in psychopathology research. Behavioral and Brain Sciences 42, e2: 1–63. doi:10.1017/S0140525X17002266
- Forbes MK, Neo B, Nezami OM, Fried EI, Faure K, Michelsen B, Twose M, Dras M (2023). Elemental psychopathology: distilling constituent symptoms and patterns of repetition in the diagnostic criteria of the DSM-5. Psychological Medicine 54, 886–894. https://doi.org/10.1017/S0033291723002544
- Hofmann, S. G., Curtiss, J. E., & Hayes, S. C. (2020). Beyond linear mediation: Toward a dynamic network approach to study treatment processes. Clinical psychology review, 76, 101824. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2020.101824
- Kendler K. S. (2012). The dappled nature of causes of psychiatric illness: replacing the organic-functional/hardware-software dichotomy with empirically based pluralism. Molecular psychiatry, 17(4), 377–388. https://doi.org/10.1038/mp.2011.182
- Kendler, K.S., Zachar, P., and Craver, C. (2011). What kinds of things are mental disorders? Psychological Medicine, 41, 1143– 1150.
- Kim, N.S. and Ahn, W. (2002). Clinical psychologists’ theory- based representations of mental disorders predict their diagnostic reasoning and memory. Journal of Experimental Psychology: General, 131, 451– 476.